martes, 28 de junio de 2011

¿COMO FUE LA EVANGELISASION EN CHILE?


Yo por mi parte encuentro que la evangelización fue algo buena para ambos continentes por esta misión no hubieron tantas muertes  porque los curas le enseñaban lo que ellos no sabían enseñaban a leer y a escribir  creaban escuelas, bautizaban a las personas, celebraban casamientos. La Misión de la Evangelización, comenzó con Jesús mismo, y el cumplimiento de ésta fue su razón de ser en cuanto Cristo. Conforme a sus divinas palabras, lo mismo que él había sido enviado por el Padre, envía a sus discípulos y a toda la Iglesia, comprometiéndoles en el movimiento mismo de esa misión, para que continúe el ofrecimiento de la Buena Nueva en el corazón de los hombres y de cara a la edificación progresiva del Reino de Dios.


Esto también fue muy bueno porque fue un proceso para divulgar el catolicismo se desarrollo en América y en chile como  verdad única y oficial ósea enseñar la religión cristiana. La labor misional de los religiosos no se efectuó sólo en las ciudades coloniales o en los límites de las zonas indígenas. Las deserciones en las filas españolas nunca dejaban de producirse. Algunos misioneros siguieron esa misma alternativa y se establecieron entre los indígenas. Paradójicamente, la labor de estos religiosos entre los araucanos, por quienes tomaron partido, favoreció la paulatina integración en la cultura del conquistador y a largo plazo, mediadas derrotas y reveses demográficos, contribuyó a la sumisión al poder de la provincia. Formado en su larga estancia en Perú, el obispo San Miguel defendió a los indígenas y consideró causa de la rebelión el trato que recibían de los conquistadores. La lucha contra los araucanos era una guerra injusta y debía ser condenada. Sus denuncias llegaron al monarca español, quien ordenó en 1572 la supresión del trabajo personal y su sustitución por un tributo en dinero, aunque la medida no fue atendida en la Colonia.

Lo que no me gusto que la evangelización era para los que no se oponían al rey  en mi palabra lo bueno iba sido para los que se oponían Los mercedarios fueron los capellanes de muchas de estas arriesgadas expediciones y los primeros en construir conventos en Guatemala y otros puntos de América Central. En aquellos lugares donde, por lo malsano del clima, por la aspereza del terreno, por estar lejos del poblado o por otra razón cualquiera, no se repartían encomiendas, y esto ocurría en la mayor parte del continente, fueron los heroicos misioneros de las Órdenes religiosas los protagonistas de la evangelización. Aquellos primeros misioneros se internaban en los bosques o en los desiertos y serranías donde los indios vivían dispersos y, exponiendo su vida, los reunían en un sitio determinado. Ayudados por ellos, construían un rancho-capilla donde enseñaban la doctrina y decían misa. En su contorno levantaban los indios sus viviendas y a eso se llamaba las doctrinas, que fueron el origen de muchas parroquias, obispados, pueblos y ciudades de América.. Años y años pasaba ahí un religioso hasta que, crecida la doctrina y ya con el nombre de parroquia formada, pasaban a otras manos y los misioneros, dando un último adiós a sus fieles convertidos, pasaban a otra región en busca de lugares desconocidos a aprender otras lenguas, entenderse con otros indios y formar nuevas doctrinas para repetir la historia.

Gracias al espíritu organizador de Pizarro y a la riqueza de la tierra, fue el Perú, la región más importante de América. Ahí establecieron sus conventos las Órdenes religiosas y tuvieron por todas partes misiones y doctrinas. También salieron de ahí expediciones militares y evangélicas hacia las demás regiones de la América española. De ahí salió el capitán Sebastián de Belalcazar en 1533 hasta llegar al Ecuador, donde funda en Diciembre de 1534 la ciudad de San Francisco de Quito. Con él, fue el sacerdote mercedario Fray Hernando de Granada quien tuvo a su cargo la evangelización de Ecuador y Colombia. En el Ecuador tuvo más auge la acción evangélica de los religiosos, que en otras partes de América. En 1535, Diego de Almagro parte con su expedición hacia el sur, atravesando los actuales territorios de Bolivia y norte de Argentina para luego atravesar los Andes y llegar a Chile a fines de 1535. Acompañaban esta expedición dos sacerdotes mercedarios, el P. Antonio Solís y Antonio de Almansa y el clérigo Cristóbal Molina. De su paso por el territorio Boliviano, surgen las comunidades que darán origen a la diócesis de Charcas o la Plata en 1552, que luego será elevada a arquidiócesis en 1609. En enero de 1536, llega a las costas del Río de la Plata don Pedro de Mendoza con diez naves y el 22 de Enero funda el puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire. En esta expedición llegaron varios sacerdotes, clérigos y religiosos, entre los que se contaba fray Luis de Herrezuelo, religioso jerónimo, los padres franciscanos Fray Bernardo de Armenta y fray Alonso Lebrón y los mercedarios Juan de Alcancía y Juan de Salazar.

Luego de tres traslados de la ciudad, en 1553 Francisco de Aguirre la fijó en su asentamiento definitivo dándole el nombre de Santiago del Estero Nueva tierra de Promisión, madre de todas las ciudades del norte argentino. En esa misma fecha, los padres dominicos retornaron hacia el Perú, quedando la región sin sacerdotes por más de tres años. A fines de 1556, cinco expedicionarios pasaron a Chile y trajeron consigo nuevamente al clérigo don Juan Cedrón que se estableció en la región. Poco después, a fines de 1557 entró al Tucumán el capitán Juan Pérez de Zurita, quien trajo al sacerdote secular Juan Rojo. De este modo, ambos sacerdotes sostuvieron por varios años la cruz de Jesucristo en el norte del territorio argentino. En 1561 llegan también los mercedarios al antiguo Tucumán, y más tarde los franciscanos, y años después, en 1585 los Jesuitas. A estas tres Órdenes, debe la Argentina la conversión y civilización de sus primeros moradores. En 1570 se crea la diócesis de Tucumán, sufragánea de la de Charcas.

Este ensayo yo lo ayee que fue algo muy esencial para nuestros ante pasados por que enseñaban algo que le faltaba a los mapuches que aprender para comunicarse con otras lenguas Según el mismo Hernán Cortés, la razón principal de la conquista era la implantación de la fe cristiana entre los indígenas, por lo que solicitó el envío de frailes a las nuevas tierras conquistadas. En 1524 llegó a la Nueva España un grupo de doce frailes franciscanos y poco después arribaron dominicos y agustinos. En 1540 ya había un centenar de misioneros diseminados por todos los territorios conquistados. Por otro lado se fundaron las diócesis de Tlaxcala, México, Michoacán y Oaxaca. Cada fraile, al llegar, se imponía dos tareas: aprender una o varias lenguas indígenas y conocer las costumbres relacionadas con el culto de los antiguos dioses. La misión principal de los misioneros fue el imponer la fe cristiana entre los naturales mediante la prédica, la preparación de catequistas, la redacción de doctrinas o catecismo y la imposición de sacramentos como el bautizo y el matrimonio. Por esto los indígena se iban a intercambiar con los españoles pero para alcanzar sus propósito también construyeron imágenes y libros indígenas, y persiguieron a aquellos que seguían practicando el culto a los antiguos dioses. La labor evangelizadora de los frailes fue llevada a cabo con mucho entusiasmo; muchos murieron por el agotamiento y la vida austera que llevaban. En poco más de 40 años habían cambiado la mentalidad de millones de indígenas, quienes convertidos al cristianismo crearon la mayor nación católica de su tiempo.